Capitales alucinantes: Bellavista, el espíritu más bohemio de Santiago de Chile.

Bellavista es el barrio para ‘tirar la talla’, como dicen los santaguinos, el epicentro de la bohemia reconvertido en una amalgama de diversión nocturna, polo de artesanías, paseo familiar y museo al aire libre; una de las opciones urbanas más interesantes para conocer en Santiago de Chile.

Ubicado entre la margen norte del río Mapocho y las falda del Cerro San Cristóbal, “el Bella” fue conquistado por la aristocracia chilena a fines del siglo XIX que competía por construir grandes residencias, de las que varias quedan en pie, como el imponente Castillo Lehuedé, actual hotel boutique.

La vena bohemia

El barrio adquirió su carácter bohemio con la llegada de intelectuales y grandes valores de las letras, la música y las artes plásticas en el primer tercio del siglo XX, en paralelo con las aperturas de casas de altos estudios como la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

Esta sinergia empujó al escritor chileno más universal, Pablo Neruda, a instalarse desde 1955 en la casa La Chascona, donde vivió con su última esposa Matilde Urrutia.

Su presencia contribuyó a que el barrio sea una pasarela de personalidades de la cultura, que lo visitaban día a día.

La Chascona, la casa-museo de Pablo Neruda, es uno de los puntos más interesantes de Bellavista

La residencia del poeta actualmente en un museo donde se puede conocer la vida y obra de escritor, vértice del triángulo de viviendas que también integran las casas de Isla Negra y ‘La Sebastiana’ de Valparaíso.

No hay que perderse su colección de estatuas africanas, la gran cantidad de recuerdos de sus viajes y el certificado del Premio Nobel de Literatura otorgado en 1971.

 

Artesanías y una gema azul

Uno de los puntos de partida recomendados para explorar este barrio es la Plaza de los Artesanos, visitada tanto por lugareños como turistas.

Allí se pueden encontrar desde elaborados artículos de cuero, metal y vidrio, además de joyas de diseño; y por supuesto, un abundante surtido de recuerdos y baratijas.

El norte de Chile concentra algunos de los mayores yacimientos de lapislázuli del mundo, gema que se presenta en toda clase de joyas en Bellavista

Un sector que hace único a Bellavista es el circuito del lapislázuli, una gema que atrae desde la antigüedad.

Cinco manzanas al este del barrio donde se concentran locales de joyas elaboradas con esta piedra semipreciosa, que se extrae de los yacimientos ubicados al norte de Chile, uno de los más importantes del mundo.

 

Gastronomía al paso y sofisticada

El circuito de artesanías se repite en varias boutiques que se encuentran a lo largo de la avenida Pio Nono, que tiene una versión más sofisticada en el Paseo Bellavista.

Este es un polo comercial y cultural -con la presencia del teatro Cachafaz– y gastronómico, propuesta que corona la diversidad de bares, restaurantes y locales para picar que se encuentran en esa arteria.

 

Del circuito canalla al familiar

Además de platos, copas y discotecas Bellavista presenta una de las carteleras de espectáculos más activas de Santiago, con una veintena de teatros entre los que se incluyen pequeños locales del circuito alternativo, con el epicentro a lo largo dela calle Ernesto Pinto Lagarrigue.

La diversión tiene su momento cumbre el sábado por la noche, pero el panorama cambia radicalmente el domingo al mediodía.

Un río de familias atraviesan las calles de este barrio lleno de casas de colores y con muestras de arte urbano, de camino al zoológico y a disfrutar de las propuestas lúdicas del Cerro San Cristóbal, cuyo funicular a la cumbre permite tener una de las mejores vistas de Santiago.

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