Bronceado con caña de azúcar

¿Has pensado en pasar por una cabina de rayos UVA para potenciar ese moreno que, tras tu paso por la playa, estás perdiendo? Los dermatólogos advierten del peligro de estas camas de autobronceado y de su relación con el cáncer de piel. Sin embargo, existen alternativas de bronceado artificial que no comportan ningún tipo de riesgos, como es el bronceado con caña de azúcar.

Ese tono moreno de la piel que tanto nos ha costado conseguir durante nuestras vacaciones va desapareciendo. Nadie se salva. Por mucho que hayamos sido responsables utilizando fotoprotectores solares orales y en crema durante la exposición al sol, o pese a que, tras la exposición, hayamos intentado contrarrestar los efectos nocivos de los rayos UVA con cremas que recuperan el daño celular, alivian la piel y previenen los signos del envejecimiento prematuro, este color se va desvaneciendo poco a poco.

 ¿El motivo? Tanto si nos quemamos y terminamos pelándonos como si no, las capas más superficiales de piel se van desprendiendo y, en consecuencia, perdemos la melanina que habíamos acumulado durante el verano. Se trata de un proceso natural que, antes o después, afecta a todo aquel que durante el resto del año no vive expuesto al sol.

Sin embargo, muchas personas se resisten a perder este tono dorado tan favorecedor. Lamentablemente, en su afán por acudir luciendo moreno a las bodas, a los eventos o a las celebraciones que tienen programados para las últimas semanas del verano y las primeras del otoño, a menudo sucumben ante alternativas que han demostrado tener un potencial riesgo para la salud de su piel, como son las cabinas de rayos UVA.

Bronceado con caña de azúcar, una alternativa segura para la piel

Hoy por hoy, no existe una alternativa sana al bronceado natural en cuanto a emisión de radiación o exposición a otras fuentes. Así lo asegura la Academia Española de Dermatología y Venereología. Pero existe una amplia variedad de productos cosméticos que permiten tener un tono dorado de lo más natural. Es el caso de los autobronceadores solares o de la caña de azúcar (el nombre con el que popularmente se denomina a la Di-hidroxi-acetona o DHA).

En concreto, la caña de azúcar es la técnica que desde hace unos años amenaza con sustituir las cabinas de rayos UVA. Y, gracias a sus naturales resultados y al apoyo de los dermatólogos, lo está consiguiendo. Entre sus ventajas, destaca que, al ser una molécula no tóxica, no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones. Pero, además, sus resultados son visibles casi de forma inmediata.

La doctora García-Millán reconoce que el «bronceado de caña de azúcar, no es exactamente un bronceado, pues no activa la melanina, el mecanismo normal de todo bronceado». Explica: «Debido al gran tamaño de esta molécula, no consigue ser absorbida y llegar a las capas más profundas de la piel. Se deposita en la capa más superficial. Al entrar en contacto con los aminoácidos libres de las proteínas cutáneas (la queratina), la DHA produce una reacción natural que broncea la piel sin necesidad de que se active el mecanismo de bronceado normal, es decir, la melanina. Con el paso de las horas, la piel adquiere un tono marrón que aporta ese bronceado sin que se produzca ninguna reacción o efecto a nivel interno».

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