Avenida 9 de Julio, La gran arteria en Buenos Aires.

A diario los transeúntes que caminan por la Avenida 9 de Julio, deben hacer un alto prolongado para poder cruzarla por la cantidad de vehículos y el tiempo regulado de los semáforos, calculado para que el tránsito fluya de la mejor manera posible. Su diseño ha sido considerado un verdadero prodigio de la ingeniería civil urbana, pues corre de sur a norte para conectar la Plaza de la Constitución con la Avenida Libertador. Atraviesa el centro de Buenos Aires, capital de Argentina. Cuando se inició la construcción en 1936, inicialmente se llamó Avenida Norte-Sur, pero luego cambió de nombre para conmemorar el día en el que se declaró la independencia de Argentina, el 9 de julio de 1816.

Fue ensanchada porque se consideró que el crecimiento de la ciudad así lo exigía y además, por tratarse de una importantísima vía donde a sus costados se asientan edificios monumentales, de arquitectura  clásica y republicana, el Teatro Colón ubicado en el cruce de Viamonte, por el norte la Embajada de Francia de estilo Belle Époque y varios monumentos como la Estatua de Don Quijote localizada en la intersección de la Avenida de Mayo, la famosa Fuente en el cruce con la Avenida Córdoba además de bellos y atractivos cafés al aire libre, librerías, tiendas y almacenes que se dan el lujo de exhibir en sus vitrinas finos productos de marca.

De paseo por la Avenida 

En el cruce de la Diagonal Norte y la Calle Corrientes, inmerso en la Plaza de la República se erige el Obelisco, un símbolo supremo de Buenos Aires. Se trata de un monumento histórico nacional instalado en 1936 para celebrar el cuarto centenario de la primera fundación de la ciudad. Su emplazamiento en dicho lugar tiene gran  significación pues allí se enarboló la bandera de la nación por primera vez. La Avenida 9 de Julio es una de las avenidas más importantes del mundo. Por la zona arbolada aparecen, para atraer a los turistas, diversos sitios de interés como la Estación Constitución.

En la década de 1930 se inició de manera muy dinámica la expansión del área metropolitana de Buenos Aires. Eso supuso un programa de obras de reordenamiento urbano y por tal razón se convirtió en una avenida-parque de dimensión regional. El primer tramo tiene 500 metros de largo, fue inaugurado en 1937 entre las calles Bartolomé Mitre y Viamonte. Los tramos siguientes se construyeron y se pusieron al servicio de la ciudadanía por etapas, pues dependía del plan de expropiaciones y demoliciones para avanzar en las obras. A fines de 1980 y a lo largo de los años 90, la Avenida 9 de Julio logró el objetivo propuesto por los planificadores y urbanistas y se convirtió en un eje vial metropolitano de enorme importancia. En el extremo norte que corresponde a la Autopista Arturo Illia y en el sur, a la Autopista Arturo Frondizi, se entronca con la red de autopistas de Buenos Aires.

La Avenida 9 de Julio permite que el transporte público se desplace en forma eficiente, es el caso de la línea C del metro subterráneo. En el mes de julio de este año se inauguró el sistema llamado “Metro-Bus 9 de Julio” que viaja entre los barrios de Retiro y Constitución. Diez líneas de transporte colectivo transitan en dicho sector. Para culminar un proyecto de este tamaño fue necesario construir paraderos elevados y carriles exclusivos, pata permitir un movimiento lógico de vehículos y un servicio eficiente para los ciudadanos. Y como a veces hay que hacer algunos sacrificios, la culminación de este proyecto vial tan ambicioso implicó el traslado de varios árboles ubicados en el sector central de la Avenida. 

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