Curiosidades: Seychelles, el oasis verde del Índico

Arenales a la sombra de palmeras acariciadas por la brisa del Índico, arrecifes de coral a poca distancia de la orilla y una selva que, tierra adentro, acaba de envolver un sueño hecho realidad en medio del océano

 

templo-hindu-victoria-seychelles. Templo Arul Mihu Navasakthi Vinayagar

Templo Arul Mihu Navasakthi Vinayagar

El templo Arul Mihu Navasakthi Vinayagar, en pleno centro de la capital, es el único santuario hinduista de las Seychelles y el centro de la comunidad india en el archipiélago desde su fundación en 1992. En la actualidad las islas son el hogar de algo más de 3.000 personas descendientes de mercaderes tamiles que llegaron de la India a mediados del siglo XIX.

 

iglesia-catolica-seychelles. Iglesia católica cerca de Anse Boileau (Mahé)

Iglesia católica cerca de Anse Boileau (Mahé)

El ritmo tranquilo de los isleños es otra de las señas de identidad más encantadoras de Mahé: conversando de camino a casa, trabajando en las huertas, a la espera del autobús o pedaleando junto a la carretera sin arcén. Lo cotidiano surge a pie de ruta como una tropical y acogedora tarjeta de bienvenida al visitante.

 

playa-source-anse-argent-seychelles. Playa Source Anse d’Argent (La Digue)

Playa Source Anse d’Argent (La Digue)

Los redondeados peñascos graníticos, el otro icono de Seychelles, tienen su mejor muestra en Anse Source d’Argent. Así se conoce al archiconocido conjunto de calas que componen la más famosa playa del archipiélago.

 

tortuga-aldabra-seychelles. Santuario oceánico

Santuario oceánico

Las praderas submarinas del atolón de Aldabra proporcionan alimento a cientos de especies. Las plantaciones de coco se abandonaron para recuperar la selva original y, gracias a ello, ahora las gigantescas tortugas de Aldabra deambulan libres entre la vegetación. Con hasta 250 kg de peso es, junto a la tortuga de las Galápagos, la más grande del mundo y uno de los seres vivos más viejos del planeta.

 

valle-de-mai-praslin-seychelles. Praslin

Praslin

El valle de Mai, Patrimonio Mundial, invita a internarse por un bosque de vegetación exuberante y cascadas escondidas. Praslin, la segunda isla más extensa del país, está mucho menos urbanizada que Mahé, a 40 kilómetros. El arrecife coralino frena las corrientes y convierte sus ensenadas y playas solitarias en un lienzo blanco acariciado por delicadas olas.

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